jueves, 28 de abril de 2011

Tú eres hermosa.
Tu eres la manifestación del Poder Creativo Divino de Adi Shakti.
Hónrate a ti misma: cuídate.
Tú eres la Madre Divina en tu mas bella creación.
Hónrate a ti misma: ríe y goza.
Tu has entregado tu cuerpo para dar vida a tu hijo.
Hónrate a ti misma: se agradecida.
No hay sacrificio mas grande ni honor mas grande.
Tú transformas tu propia sangre en leche para alimentar a tu hijo.
Hónrate a ti misma: cuida tu cuerpo, tu alma y tu espíritu.
“La contención de la identidad es el arte de la prosperidad. Es la mas alta
 fuerza espiritual. No hay nada que se le pueda comparar.” Yogi Bhajan


 
Los yogis ven el embarazo como el regalo del regalo de la vida. Yogi Bhajan dijo que el matrimonio es lo mas alto del yoga y los niños son tus profesores karmicos. La  relación con tu pareja es tu practica espiritual mas alta y tu hijo se hará el profesor de quien tu aprenderás las lecciones necesarias para ir hacia delante en tu camino espiritual.

“La cosa mas pura en el mundo es el corazón de una madre… Este puede mover el universo. Puede tener un efecto mas allá de las limitaciones.” –
Yogi Bhajan

Adi Shakti es la fuerza energética original de la mujer. El deseo profundo de dar a luz y amar es biológico y espiritual. Algunas mujeres no desean tener hijos y esta bien también. Cada uno debe tener sus propias opiniones y preferencias. Yo creo siempre que si tu quieres ser respetada, escuchada y entendida, tu tienes que respetar, escuchar y entender primero. Entender no significa estar de acuerdo con otras opiniones, pero es ver el punto de vista de sus ideas y pensamientos.

domingo, 24 de abril de 2011

YOGA PARA MUJERES EMBARAZADAS Y FUTUROS PADRES



MARTES Y JUEVES DE 17:30 A 18:30 Y DE 19 A 20HS YOGA PARA EMBARAZADAS Y DE 22 A 23 HS YOGA INTEGRAL PARA FUTURO PAPA

                              CONSULTAS AL 155069189

PSICOLOGIA DE UNA MUJER EMBARAZADA

Una madre enseñara gratuitamente los valores y virtudes a cada niño para su prosperidad, paz mental y consciencia. Vamos a honrar a nuestras madres con nuestra propia integridad y felicidad. Podemos aprender a servir y proteger a nuestra Madre Tierra con un corazón abierto.” –
                                                 Yogi Bhajan


La vivencia del embarazo es una experiencia única y diferente para cada mujer y para cada embarazo. Pasa por tres etapas características: inseguridad, seguridad y tranquilidad. Cada una de estas etapas corresponden al primero, segundo y tercer trimestre del embarazo.


En el Primer Trimestre (Etapa de Inseguridad)

Corresponde a las 12 primeras semanas de gestación. La mujer tiene dudas sobre su embarazo y a pesar del diagnóstico médico, a veces éstas se mantienen. Cambia el tamaño de los pechos y el abdomen, experimentas cierta ansiedad por el embarazo, cansancio, aumento del sueño y aveces náuseas y vómitos (no siempre presentes). Las dudas sobre el embarazo van desapareciendo.


En el Segundo Trimestre (Etapa de Seguridad)

Corresponde desde la 13ª a la 27ª semana de gestación. Es una etapa de estabilidad. Aumenta el abdomen, el temor al aborto pasa y las molestias disminuyen. La madre se alimenta y cuida pensando en el bienestar del bebé. Pueden aparecer temores sobre si el hijo nacerá sano o no, pero los movimientos fetales dan una certeza de la vitalidad de éste, lo que permite involucrar a su pareja en esta experiencia, comunicándose con el hijo y acariciándole.


En el Tercer Trimestre (Etapa de Tranquilidad)

Corresponde desde la 28ª a la 40ª semana de gestación. Se refuerza la autoestima femenina por ser capaz de tener un hijo. Los cambios corporales y movimientos fetales pueden provocar malestares, insomnio o sueños desagradables, por lo que sería bueno conversar con su pareja o figura de apoyo y evitar lecturas o películas de contenidos desagradables. Aparecen estados de ansiedad por el momento del parto (el tipo de parto, el día y hora, si va a doler, etc.). Conversar con su pareja y el médico para organizar el parto, le permitirá enfrentarlo con serenidad y confianza. Por lo anterior, éste es un pesado y largo período que se desea llegue pronto a su término.



Desde el momento que una mujer descubre que esta embarazada comienza a experimentar emociones, sentimientos, miedos, fantasías, interrogantes y sensaciones muy intensas. Junto con los cambios corporales la futura mamá va transitando por distintos estados emocionales, muchas veces desconocidos. 
Por todo esto, es frecuente que la mujer embarazada sienta una necesidad de protección y contención afectiva más intensa de la habitual. Con lo cual, lo ideal es que el embarazo pueda vivirse en compañía de la pareja y la familia donde la futura mamá se sienta sostenida, comprendida y ayudada.
Cuando la embarazada se encuentra en pareja, gran parte del apoyo emocional proviene del varón. Pero el futuro papá no siempre esta preparado para contener a su mujer, ya que muchas veces él mismo carece del apoyo necesario en esta nueva etapa que vive la pareja.
En los casos en que no hay una pareja que acompañe es importante que la mujer pueda encontrar otras fuentes de sostén. La futura mamá deberá tratar de crear una red de apoyo compuesta por seres queridos dispuestos a acompañarla en este período tan especial de la vida. Personas que puedan brindarle contención afectiva y confianza para que la mujer pueda ir conectandose con lo que va sintiendo a medida que la panza crece.
Cuando la mujer anuncia su embarazo, muchas veces se ve inundada de información, consejos y sugerencias por parte de la familia, amigos y profesionales. Si bien es importante estar informada, lo fundamental es que la futura mamá esté en contacto con alquien que pueda sostenerla, escucharla y respaldarla emocionalmente a lo largo de la gestación.

En muchos casos suele ser muy reconfortante para la embarazada conectarse con otras mujeres que esten viviendo su misma situación. Al poder compartir su experiencia con otras futurás mamás se sentirá comprendida, apoyada y se nutrirá y disfrutará de la compañia de pares. Ya que encontrar nuevos marcos y espacios de referencias puede ser muy beneficiosos en esta etapa.
Como cada mujer vive su embarazo de una manera única y personal, es importante que cada mamá pueda ser conciente de sus sentimientos, sensaciones y viviencias, para así poder conectarse con estos, aceptarlos y valorarlos.
Si la futura mamá puede expresar lo que le va sucediendo a lo largo de la gestación, podrá solicitar ayuda y contención emocional cuando no se sienta lo suficientemente acompañada, comprendida o afectivamente sostenida. Así cuando realice un pedido de ayuda, será el adecuado y estará relacionado con sus necesidades personales.
Es por esto que es fundamental que la embarazada siempre le de importancia a todas las sensaciones físicas, psíquicas y emocionales que la afecten y que las comparta con su pareja, amigos, familia, psicólogo o médico. Así recibirá orientación e información para ir comprendiendo lo que esta experimentado. 
Esto contribuirá a sentirse emocionalmente contenida, más tranquila, fuerte, segura y podrá disfrutar más de la experiencia del embarazo. Si los aspectos emocionales de futura mamá estan bien cuidados y atendidos, el embarazo podrá ser vivido de manera más satisfactoria, completa y plancentera.


La sensación de tener un hijo cambia para cada persona. Según nuestra historia, nuestras creencias, los ideales, las ganas, los proyectos… De todos modos, para casi todas las personas, un hijo es una de las maneras más profundas e inmensas de trascender, de lograr ir más allá con nuestras vidas, de sentirnos capaces de crear vida.
Cuando uno transita la maternidad o la paternidad se acerca a la posibilidad de sentir las sensaciones más intensas y plenas que puedan imaginarse. A medida que crece nuestro hijo, crecemos nosotros… nuestros sueños, nuestras ganas… Crece nuestra confianza en la ilusión y la esperanza, en que valen la pena tantas cosas. Se nos hace nuestra la inocencia de los niños, se hacen nuestras sus ganas, sus deseos inocentes pero gigantescos, sus convicciones sencillas pero tenaces, su inmensa felicidad ante lo simplemente cotidiano, su sabiduría simple pero inquebrantable de que lo único absolutamente vital e imprescindible en la vida es amar y sentirse amado…
Nuestros hijos nos regalan la posibilidad de trascender de tantas maneras… en lo cotidiano y rutinario (que ya no es tan rutinario tras la llegada de un hijo) y en la inmensidad de la trascendencia futura.
Alguna vez leí una frase atribuida a Albert Einstein que decía: “Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen los milagros, la otra es creer que todo es un milagro”.
Cuando uno tiene un hijo comienza a creer que todo...
 es un milagro.
Seguramente, llegará el día en que nos invada una terrible angustia por pasar toda la noche sin dormir, y nos golpee la impotencia de no poder calmar a nuestro hijo, o nos aturda el enojo incontrolable ante un capricho o nos invada el temor al verlo enfermo… Y creeremos que no hay nada de milagroso en esas sensaciones.
Sin embargo, cuando pase ese momento, y nuestro hijo nos vuelva a sonreír… volverá el milagro. Volveremos a trascender la inmediatez y compartiremos la sabiduría de su sonrisa; y sentiremos otra vez la profundidad de la felicidad de ese instante.

La llegada de un hijo implica muchos cambios en la vida de la pareja. Para los que esperan el nacimiento del su primer bebé, el cambio estará en saber que ya no serán sólo una pareja... ahora se convertirán en una familia. Para los que ya tienen hijos anteriores, la llegada de un nuevo integrante a la familia conllevará una readaptación de todos, un nuevo acomodamiento.
Construir una familia es un hecho fundamental. Cuando las familias logran funcionar bien, son el espacio donde realmente podemos desarrollarnos y crecer. Donde los seres humanos nos vamos haciendo personas más plenas, seguras y felices. Allí encontramos la paz, la serenidad y la contención que sólo nos pueden brindar las personas que nos quieren.
Sin embargo, por tratarse de un ámbito en el cual ocurren cosas tan significativas y trascendentes, también es un lugar que debemos construir y cuidar continuamente.



La familia nos puede brindar sensaciones únicas de protección, serenidad y amor ; pero también nos implica una enorme responsabilidad de cuidar de ella, hacerla crecer, ocuparnos de que sea siempre un ambiente agradable, de serenidad y de amor. Será nuestra refugio, nuestra alegría en días difíciles y nuestra contención ante las dificultades. La sonrisa de un hijo, su abrazo lleno de ternura, una caricia de nuestra pareja, serán un respiro invalorable en la adversidad.
Pero dependerá de nosotros construir una familia en la cual podamos sentirnos de ese modo. En nuestras manos está la posibilidad de hacer de nuestro hogar un lugar en el que la vida nos regale momentos de felicidad.
Como cada persona, también cada familia tiene sus dificultades, sus miedos, sus malos momentos. Pero cuando hay fortaleza en su formación, cuando hay amor y sabidurá en sus bases, al igual que la persona, la familia atraviesa los conflictos y supera las crisis.
Construyamos nuestros pequeños refugios... serán siempre el lugar al que regresar.
Para muchas de nosotras, la idea real de qué significa convertirse en madre, no llega a ser realmente clara hasta el momento en que nos ocurre.

Suponemos muchas cosas, idealizamos algunas, no llegamos a comprender otras, imaginamos, ideamos... pero sin lugar a dudas, aún sin tener ninguna pista cierta, tenemos la sensación de que será lo más increíble que nos pueda pasar. Y así será.

Muchas mujeres se preparan para este momento desde muy pequeñas, organizando sus vidas, sus emociones y sus prioridades a partir de sus ganas de ser mamá. Otras se encuentran con la maternidad dentro de una vida llena de otros compromisos, otros proyectos... De todos modos, aunque vengan desde historias diferentes, todos iniciarán este proceso increíble que despertará las emociones más intensas y profundas....

Con la llegada de un hijo, uno comienza a experimentar sensaciones desconocidas y a conectarse con  vivencias y sentimientos propios muchas veces inadvertidos o desplazados.

¿Qué significa ser madre? Cada mujer desde su historia, su personalidad, sus ganas, su realidad, sentirá y vivirá la maternidad de un modo diferente. Para cada madre ser mamá significa algo distinto; en cada mujer existen ideales propios y únicos acerca de cuáles son las prioridades que debe atender dentro de su rol de madre. Sin embargo, existe un mismo camino que todas LAS MADRES siguen: poner a sus hijos como centros de sus vidas, convirtiéndose en cuidadoras incondicionales de esos niños.



Esto no significa olvidar ni abandonar todas las demás cosas que nos hacen bien, que nos permiten crecer o que nos ayudan a sentirnos más plenas; pero sí significa que todo ello quedará postergado en el instante en que nuestro hijo nos necesite.

Convertirse en madre es un camino radical en la vida de cualquier mujer, implica hacer algunas renuncias y postergaciones, pero ofrece la posibilidad de experimentar las emociones más intensas y gratificantes que alguien puediera imaginar.



 El embarazo y los primeros tiempos del bebé suelen ser un espacio en el que la mujer tiene un lugar protagónico... casi único. Pero… ¿qué lugar ocupa el papá en este tiempo?
Sin dudas, cada pareja funciona de una manera particular, y también vivirá de modo único y singular esta etapa.
El papá puede ser también protagonista... y en algún sentido, sería bueno que lo fuera.

Una posible manera de hacerlo es acompañando de cerca todo lo que va ocurriendo, siendo parte de las alegrías, los temores, las ansiedades, las ganas... Mucho bien puede hacerle a la mamá sentirse y saberse acompañada y contenida por su pareja.
Mantener una comunicación muy sincera y profunda suele ser un factor central (e importante en todas las etapas de la vida en pareja). Permitirnos hablar de todo lo que vamos sintiendo y viviendo durante este tiempo nos regala una posibilidad única de sentirnos comprendidos y también de comprender lo que le ocurre al otro.

El embarazo y el nacimiento de un hijo son momentos de mucha intensidad emocional, que puede despertar en ambos fuertes sensaciones y sentimientos. Es importante que podamos compartir esto que no pasa con nuestra pareja y encontrar en el otro alguien capaz de escucharnos, de comprendernos y de acompañarnos en lo que estamos viviendo.
Cada mujer se ha enamorado de su pareja por razones distintas; pero cuando una descubre en él a un ser capaz de querer a un hijo de un modo en que ni siquiera él mismo lo hubiera podido creer, cuando uno ve al hombre que ama cuidarnos, preocuparse por cada mínimo detalle que pudiéramos necesitar... una comienza a enamorarse nuevamente por otras razones.

Descubrimos un ser generoso, que es capaz de un amor sublime.
Regálale y regálate la inigualable delicia de vivir esta etapa juntos.


Fortalecer nuestra vida emocional es un paso imprescindible en el camino hacia la maternidad. En nuestro intento de convertirnos en la “mejor mamá” la preparación de nuestras capacidades afectivas y de nuestros estados internos deberia ser una instancia ineludible.

La nueva vida junto a un hijo nos deparará enormes retos afectivos, estar concientes de esto, y cuidarnos podrá hacer una gran diferencia.

Quien pueda brindarle a su hijo una mamá emocionalmente sana le estará haciendo un bien incalculable.Los momentos más importantes de la vida, aquellos que nos generan emociones intensas... esos que pueden conmovernos profundamente suelen marcarnos para siempre.

Yoga para el Embarazo prepara a la futura madre en su cuerpo, en su mente y en su espíritu, al practicar Yoga y las Meditaciones, podrá experimentar estados de relajación, estar positiva y con la habilidad de enfrentar los retos de la vida, proporcionándole modelos sencillos que aumentarán el sentido de autovaloración y expansión de la conciencia espiritual.
Los ejercicios físicos están encaminados a proporcionar a la madre ma
yor elasticidad, a fortalecer el sistema nervioso y los músculos que ayudan a sostener al bebé durante el tiempo de gestación y para aliviar el dolor de espalda, el cansancio, calambres, insomnio y diversos malestares que se presentan durante esta etapa.
La práctica de las meditaciones yoguicas influye en el estado mental y emocional del bebé y de la futura madre. Paulatinamente se sentirá más relajada, positiva y capáz de afrontar el reto más importante de su vida.
Aprenderá a dar y a vivir en la excelencia de su espíritu.

UNA VEZ AL MES OFRECEMOS TALLERES PARA FUTUROS PADRES BASADOS EN LAS ENSEÑANZAS YOGUICAS,SI ESTAS INTERESADA EN ELLOS PODES CONTACTARNOS AL:155069189

CLASES DE YOGA PARA EMBARAZADAS
MARTES Y JUEVES DE 17:30 A 18.30 /19 A 20 HS
Profesora:Valeria Pugni (Nam Uttam Kaur)